En la década de 1730, ante las evidencias de que la ópera italiana empezaba a perder el aprecio del público londinense, Haendel buscó refugio en un género al que daría auténtica carta de naturaleza: el oratorio inglés. Escrito a partir de una obra de John Milton, L’Allegro, il Penseroso ed il Moderato fue presentado como oda pastoral en 1740, para convertirse en uno de los más originales y extraordinarios de esos oratorios. Que no sea especialmente popular y que sea William Christie, haendeliano de décadas, quien lo ofrezca al frente de Les Arts Florissants eleva las expectativas y asegura el interés de esta cita.
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