Enmarcados entre un cuarteto de Mozart y otro de Dvořák, el primero original y el segundo transcrito, se hallan el capricho para viola sola Viola joke y El viento que nunca duerme, del actual compositor residente del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) José Luis Turina. Éste escribió su cuarteto con flauta hace apenas cinco años a petición del entonces recién creado Cuarteto Galerna, cuyos miembros habían sido integrantes de la Joven Orquesta Nacional de España: una cita prometedora en el ADDA, realizada en coproducción con el Conservatorio Superior de Música Óscar Esplá y en la que la flauta sustituye al violín primero del clásico cuarteto de cuerdas.