Atribuida durante un tiempo a Antonio Literes, el estudio estilístico de Coronis sugiere que pueda ser obra de Sebastián Durón, y una de las más ambiciosas piezas de su carrera. El compositor, que fue responsable de los espectáculos teatrales de la Corte de Carlos II, dejó aquí un espectáculo teatral en dos jornadas íntegramente cantado. Luis Antonio González, experto defensor de la música teatral del Barroco español, se pone otra vez al frente de Los Músicos de Su Alteza para el rescate de la partitura, que podrá así escucharse completa por primera vez en época moderna.