Jordi Savall se acerca a un repertorio con el que ha demostrado siempre especial afinidad, el del Barroco francés.
Del ballet Les éléments de Rebel, una auténtica celebración de la naturaleza vista desde la perspectiva de un ilustrado; a los números instrumentales de las óperas de Marais y Rameau, pasando por la Música acuática de Telemann, una de las centenares suites del compositor. El componente descriptivo y coreográfico aporta a esta música una vitalidad rítmica y una variedad tímbrica que se adaptan especialmente bien al estilo interpretativo espontáneo y brillante de Le Concert des Nations.
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