Reivindicación poética
Tras haber rendido homenaje a David Bowie, el trompetista sardo Paolo Fresu se entregará, en el ciclo Jazz en el Auditorio del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM), al legado de una de sus más claras influencias, la que supuso el soplo poético de Chet Baker. Sea el estilo que sea, todos los trompetistas de jazz modernos tienen algo del malogrado Baker, pues nadie como él —exceptuando la etapa modal más cool de Miles Davis— supo interpretar una balada con más belleza. Para amplificar y subrayar las esencias de este homenaje, Fresu se decanta por la intimidad del trío, con Marco Bardoscia al contrabajo y Dino Rubino al piano. Este último, por cierto, también alumno en sus primeros años de otro trompetista poeta: Tom Harrell.