Nevermind es uno de esos grupos jóvenes que han deslumbrado con sus primeros trabajos, un cuarteto forjado en torno a Jean Rondeau, enfant terrible del clave francés, un talento desbordante. Ahora acuden a España con el programa de su último álbum (el tercero de su carrera; actualmente, en edición), un acercamiento a los cuartetos para flauta, viola y bajo de Carl Philipp Emanuel Bach, obras escritas el último año de su vida en ese «estilo sensible» que tanto marcó su estética. Un par de arreglos de su producción para tecla y, como gran preludio, tres contrapuntos de El arte de la fuga del padre completan la oferta.