Robert King se vuelve aquí hacia el repertorio francés para un programa que se abre con una de las muestras más refinadas del arte de François Couperin, sus tres Lecciones de tinieblas compuestas para el monasterio femenino de Longchamps, que se complementan con otras dos de sus pocas obras vocales conservadas. El resto del programa se vincula a la relación entre Jean de Sainte-Colombe y su más distinguido alumno, Marin Marais, con los cuales el repertorio para la viola da gamba adquirió sus perfiles más reconociblemente clásicos. Una chacona, como en toda gran fiesta francesa que se precie, cierra el recital.
Más información sobre: