XII CICLO PRIMAVERA BARROCA
La fiesta de la gran música
La duodécima edición de Primavera Barroca nos proporcionará un suculento banquete en el que tendremos a nuestro alcance a excelentes intérpretes y formaciones nacionales e internacionales. Seguimos fieles al espíritu fundacional de un ciclo que busca acercarnos el repertorio más conocido de los siglos XVII y XVIII, sin dejar de lado un cuidado rescate patrimonial de autores españoles poco conocidos u otros que ya forman parte de la cotidianidad de las programaciones, pero de los que no ha salido a la luz su obra de forma íntegra, y con alguna incursión en la música renacentista o de otros periodos históricos cercanos al mundo barroco; un año más en la diversidad de repertorios se asienta la riqueza del festival.
Autores en el olimpo como Johann Sebastian Bach, Antonio Vivaldi, George Frideric Haendel o Pier Luigi Palestrina convivirán con otros como Francisco Hernández Illana, Diego Pérez de Camino o Élisabeth Jacquet de La Guerre, menos frecuentados.
El ciclo arranca el 4 de marzo con uno de los clavecinistas españoles más aclamados internacionalmente: Diego Ares. Convertido en uno de los nombres más interesantes del instrumento, regresa a Oviedo tras su exitoso concierto la pasada temporada en la Sala Sinfónica del Auditorio Príncipe Felipe con Forma Antiqva y lo hace con una de las obras imprescindibles de la historia de la música: las Variaciones Goldberg, BWV 988, de Johann Sebastian Bach, partitura icónica, verdadero caballo de batalla para muchos intérpretes; Ares nos ofrecerá la deslumbrante versión que ha forjado de este hito del legado bachiano.
La segunda propuesta recupera un grupo que vio truncada una presencia anterior, Musica Alchemica, la agrupación que dirige la violinista Lina Tur Bonet, otra de nuestras figuras con mayor presencia en los circuitos de élite. En programa, dos de los compositores esenciales del Barroco: Johann Sebastian Bach con su Concierto para violín en la menor, BWV 1041, y Antonio Vivaldi con la obertura de La verità in cimento, RV 739, y tres conciertos; uno para violonchelo en si menor, RV 424, el de laúd en re mayor, RV 93, y el de violín en re mayor Il grosso mogul, RV 208. Un verdadero festín musical.
Alberto Miguélez Rouco, artista residente del CNDM en esta temporada, es un contratenor y director que está llamando poderosamente la atención por su enorme talento. Acude a Primavera Barroca con La Guirlande, que Luis Martínez Pueyo fundó durante su estancia en la Schola Cantorum Basiliensis, una de las referencias ineludibles de la interpretación historicista. Para su debut en el ciclo han preparado un programa que, bajo el título de Pastor amoroso, nos presentará una serie de recuperaciones históricas que supone el estreno de las mismas en tiempos modernos. Compositores como Francisco Hernández Illana o Diego Pérez de Camino nos revelarán su veta más sacra a través de cantadas y lamentaciones centradas en la exaltación eucarística.
En torno al clavecinista Jean Rondeau se ha formado uno de los grupos más iconoclastas y apasionantes de cuantos trabajan en Francia con la música antigua: Nevermind. La agrupación debutará en Primavera Barroca el 28 de abril. Y lo hará reivindicando a la compositora Élisabeth Jacquet de La Guerre, integrante del círculo cultural de la corte de Luis XIV y que compartirá velada con François Couperin o Jacques-Martin Hotteterre, entre otros.
Otro debut de relumbre será el del sopranista Samuel Mariño, uno de los cantantes más solicitados del momento, con una carrera vertiginosa. Junto al magnífico grupo Concerto de’ Cavalieri y bajo el título de Delirio amoroso, realizará, el 12 de mayo, un repaso por obras muy conocidas de autores como George Frideric Haendel, Alessandro Scarlatti, Antonio Vivaldi, Nicola Porpora o Alessandro Stradella.
El cierre del festival tendrá lugar el 22 de mayo con dos nombres mayúsculos de la historia de la música. El Barroco aquí deja paso al periodo renacentista de la mano de Orlando di Lasso y Giovanni Pierluigi da Palestrina. #Palestrina.500 nos permitirá festejar al compositor italiano en los quinientos años de su nacimiento. Será una conmemoración internacional a la que se unirán los principales centros musicales y que en Oviedo llegará a través de Vox Luminis, quizá uno de los mejores coros de nuestro tiempo en lo que a la interpretación de este repertorio se refiere.
Cosme Marina