El oído barroco

Esta temporada de Salamanca Barroca es espejo de la eclosión y el desarrollo de la interpretación musical históricamente informada en las últimas cuatro décadas. En esta evolución han sido agentes fundamentales los intérpretes, los investigadores o los programadores, junto con el público, cuya recepción de una música que se dirige a la moción de los afectos retroalimenta el propio proceso interpretativo. Un público que ha adquirido ese «oído barroco» que Putnam Aldrich reclamaba como algo imprescindible para lograr la conexión a través de la música: «Sin esa comunicación la interpretación historicista carece de sentido», concluía el clavecinista. Los once conciertos que conforman esta edición son un recorrido diacrónico en el que participan representantes de tres generaciones que han abordado las músicas del pasado con el máximo respeto hacia la obra y su contexto interpretativo original.

La programación despliega una gama que va desde la revisión que José Miguel Moreno hace de su fascinante proyecto Ars melancholiae —referencia canónica del universo de la cuerda pulsada barroca— hasta la pujante y fresca emergencia de Marsyas Baroque, que propone un diálogo entre Johann Sebastian Bach y Charles François Dieupart, con la suite como hilo conductor. También la suite y Bach son la urdimbre de la propuesta que presenta Alfonso Sebastián, miembro ejemplar de esa «segunda generación» de clavecinistas, que nos invita a una incursión en las dos colecciones de suites que el Kantor escribió (y revisó reiteradamente) en la tercera década del XVIII.

Una amable dialéctica entre Bach y su admirado Vivaldi articula otros dos repertorios, mostrando la versatilidad del concerto. Musica Alchemica, la prestigiosa formación liderada por Lina Tur Bonet, se centrará en el concierto a solo, ofreciendo una antología en la que violín, violonchelo y laúd alternan en el papel principal. Junto con la Orquesta Barroca de la Universidad de Salamanca, Cecilia Bernardini, una de las violinistas y directoras más dinámicas e interesantes del panorama de la música históricamente informada, dirige su mirada al triple concierto e incluye dos obras emblemáticas de Bach: el Concierto de Brandeburgo n.º 5 y el Concierto para flauta, violín y clave, BWV 1044.

También la Orquesta Barroca de la USAL, bajo la dirección de Pedro Gandía, abre el ciclo con un recorrido que ilustra la música del Sacro Imperio Romano Germánico en el que fue su último siglo, que va desde Rosenmüller hasta Haydn. El periplo de esta agrupación, la más antigua de las orquestas historicistas de España, es en buena medida reflejo del desarrollo mencionado al comienzo, pues, desde 1990, el grupo participa del proceso formativo de la mayor parte de los músicos de cuerda barroca del país.

Otra muestra del trabajo formativo y de recuperación de patrimonio musical efectuado en la Academia de Música Antigua de la USAL lo ofrece Carlos Mena junto a Concento de Bozes. En esta ocasión centrarán su proyecto en el poliédrico repertorio de cantatas y arias barrocas hispanas e italianas que se conservan en diversas colecciones de la Biblioteca Nacional, algunas de ellas recopiladas para personajes como la duquesa de Osuna. Asimismo, la Academia salmantina recupera una desconocida versión para cuarteto de cuerda, fortepiano y voces de Las siete palabras de Haydn, conservada en el Conservatorio de San Pietro a Majella de Nápoles y realizada por Gregorio Labrano ya a comienzos del siglo XIX.

Dos programas vuelven la mirada hacia el Renacimiento. En el año en el que se conmemora el 500.º aniversario del nacimiento de Palestrina, Musica Ficta, el veterano grupo creado en 1992 por Raúl Mallavibarrena, propone un encuentro del romano con el abulense Tomás Luis de Victoria en un concierto extraordinario que acogerá la capilla del Colegio Mayor Arzobispo Fonseca, coetánea de la música de ambos. Y también en torno al tercer cuarto del XVI pivota la propuesta de Sara Ruiz con el grupo de vihuelas de arco, que mostrarán la práctica de tañer en concierto las tablaturas que publicó Hernando de Cabezón en 1570.

El ciclo se completa con un programa rebosante de elocuencia y patetismo a cargo del referencial ensemble Les Arts Florissants. Dirigido por Paul Agnew, ofrecerá Historia di Jephte, una de las más valiosas e influyentes «historias sacras» de Carissimi, y el mucho menos conocido oratorio Jephte del prolífico Antonio Draghi, estrenado en Viena en 1680.

Contando con la inestimable colaboración de Pedro Gandía, Andoni Mercero, Itziar Atutxa y Carlos Mena, se celebrarán, asimismo, una docena de cursos de viola da gamba, canto histórico, violín, viola y violonchelo barrocos, una tarea imprescindible para construir futuro.
 

Bernardo García-Bernalt Alonso