El Cuarteto Pavel Haas y Varvara emprenden un viaje por la música de cámara eslava a través de tres estilos bien distintos. En el cuarto de los extraordinarios cuartetos del húngaro Bartók, lo popular se alía a la introspección para darnos una obra de una hondura sumamente especial. El checo Martinu°s un ejemplo de ese eclecticismo que define la modernidad en el pasado siglo, y el último de sus siete cuartetos una buena muestra de un neoclasicismo que, sin embargo, mira a su alrededor. El polaco nacido en Ucrania Juliusz Zarebski, representante del gran pianismo decimonónico, fue también un muy interesante compositor, como demuestra su intenso Quinteto en sol menor.
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