SCHUBERTÍADA EN BARCELONA
«Viena, 1900»
La Schubertíada de Barcelona prosigue su periplo por la Viena de 1900, ciclo planteado con una duración de tres años. Dedicamos estos conciertos a un espacio y un tiempo paradigmáticos en términos de creatividad. Un periodo de ebullición artística como vía de expresión de la convulsión entre dos épocas, la del tardorromanticismo y el advenimiento de la modernidad, paso previo a las vanguardias y culminado con el cataclismo de la Gran Guerra. Viena, la capital del vasto Imperio austrohúngaro (quizás, en sí mismo, una metáfora de la diversidad nacional y civilizatoria de Europa), se convirtió en el laboratorio de todo este proceso, y el hecho del desarrollo paralelo de ciencias como la psicología (Freud), la medicina (inmunología), la política (sionismo), el urbanismo (Wagner) o la arquitectura (Loos) confirma la estrecha relación y el fructífero intercambio con las artes, que adquirieron, en ese momento, una posición central en la vida social.
«Viena, 1900» se adentra en una etapa fabulosamente prolífica y creativa que da paso a voces tan originales como las de Hugo Wolf, Gustav Mahler, Arnold Schoenberg, Alban Berg y Alexander von Zemlinsky. Se descubren nuevas estéticas, se investigan registros expresivos inauditos, todavía hoy chocantes por su audacia.
Es pertinente buscar en el género de la canción un encuentro con la Viena de 1900, pues permite explorar la vía de la música, por supuesto, pero también el de la poesía, compañera fiel en esta travesía hacia la modernidad.
El ciclo arranca con el debut en España de la estadounidense Meredith Wohlgemuth, multipremiada en concursos de prestigio como el de Montreal o el Schubert de Dortmund. Soprano lírica de gran porte y elegancia, abordará, junto a su excepcional acompañante Jinhee Park, un amplio repertorio que incluye las Sieben frühe Lieder, de Alban Berg, y el ciclo Mignon, de Hugo Wolf.
La soprano tarragonesa Mireia Tarragó y la pianista gaditana Victoria Guerrero proponen un sugerente viaje De Viena a Hollywood centrándose en la trayectoria de la cantante Lotte Lenya, que siguió el destino de tantos artistas, obligados a emigrar a causa de la barbarie nazi. El programa se inicia con canciones de Gustav y Alma Mahler y gira hacia los visionarios Brettllieder, de Arnold Schoenberg, inspirados en el mundo del Kabarett, para acabar con las desoladoras estampas del Hollywooder Liederbuch, de Hanns Eisler, y con canciones de Kurt Weill, quien fue el marido de Lotte Lenya.
La programación se cierra con un recital del tenor Florian Stoertz, un enorme y sentido liederista, junto con Aleksandra Myslek al piano. Schubert y Strauss abren y cierran el programa con sendas canciones que hablan de la necesidad de evadirse del mundo; entremedio, reflexiones íntimas e historias de amor furtivas, casi siempre amparadas por las sombras de la noche, con un lenguaje —incluso en las canciones más tardías— muy próximo al Romanticismo. Destacan las obras de Johanna Müller-Herrmann y Margarete Schweikert. Dos compositoras con una amplia obra publicada que fueron olvidadas tras de su muerte. El programa de este concierto las recupera con sendas canciones, Wie eine Vollmondnacht y Die Entschlafenen, que nos recuerdan su valía.
Víctor Medem
En coproducción con:
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