Cuando John Walsh publicó en 1732 el op. 3 de Francesco Geminiani, destinó un breve proemio «a todos los amantes de la música». Concluía afirmando con rotundidad que la propia música habla del genio y reputación de su autor con mayor elocuencia de lo que pudiera hacerlo el más elegante orador o poeta. Rachel Podger, referencia icónica del mundo del violín barroco, hace una propuesta que, sin duda, se acoge plenamente a esa afirmación. El programa es un exquisito florilegio de obras maestras para cuerdas donde están representados, junto a Geminiani, algunos de los compositores fundamentales de la historia de la música. Y, por supuesto, son piezas que, por sí solas, así lo corroboran.
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ORQUESTA BARROCA DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA