Haydn, como es lógico, es el antecedente de las primeras composiciones para teclado del de Bonn, quien, de todas formas, evidencia ya sus poderosas claves. La Sonata nº 1 conforma una trilogía con las dos siguientes y como ellas se abre ya a lo emocional a través de novedosos planteamientos constructivos, con un desarrollo de notable amplitud. La nº 6 y la nº 7, tan mozartianas, de carácter en parte improvisatorio, y la nº 20, tan breve y “fácil”, se alternan con dos Estudios de Ligeti y con la nueva creación del premiado compositor y director vallisoletano Francisco Lara. Todo en manos del muy competente Daniel del Pino.