En más de una ocasión, nos hemos referido a él como el hombre que susurraba a los pianos. Brad Mehldau es sin discusión uno de los líderes pianísticos de la modernidad jazzística, y uno de sus creadores principales. Atrás quedan los tiempos en los que se lo veía como un magnífico heredero del «pianismo» privilegiado de Bill Evans o Keith Jarrett, pues pronto el chico se construyó su propio universo musical, en el que cabe desde Monk a Motörhead. Hay una expresión pianística que físicamente recuerda a Glenn Gould, pero, desde un punto de vista conceptual, se aleja de todas las escuelas, tradiciones y lenguajes, quizás porque lo contemple todo a la vez, como si de un ordenador cuántico se tratara. Esta temporada disfrutaremos de su magia en sus dos formatos favoritos: el trío y el piano solo.