No es ésta, ni mucho menos, la primera vez que Mauricio Sotelo se acerca al universo flamenco. Desde 1993, ha escrito un gran número de piezas relacionadas con la música surgida en al-Ándalus, desde Soleá o Bulería (1984) hasta Como llora el viento, para guitarra y orquesta (2007). Junto con el emblemático cantaor Enrique Morente, estrenó en 1993 Tenebrae responsoria y, en 1996, Expulsión de la bestia triunfante. Más tarde, Sotelo contó con la ayuda de otros cantaores, entre ellos, Arcángel, protagonista de esta velada junto a un conjunto de músicos excepcionales: una reunión imprescindible para los amantes de la fusión entre estilos aparentemente irreconciliables.
A mitad del camino de la vida
Un encuentro casual en el AVE de Barcelona a Madrid entre el compositor y el poeta, músico y traductor José María Micó marcó el comienzo de A mitad del camino de la vida, una obra basada en fragmentos de la traducción de Micó de la Comedia de Dante que el compositor madrileño define como «flamenco espectral», en analogía con el espectralismo francés originado en la década de los sesenta. Ante las puertas del infierno se suceden nueve cantos, cada uno con su propio palo, es decir, una seguiriya, un cante por soleares, por bulerías, por alegrías, etcétera. La música transmite el contenido de las situaciones narradas en la Comedia. Y así, sucesivamente, hasta llegar al paraíso.