Beethoven y Schubert representan la cumbre del cuarteto de cuerda en el siglo XIX y las obras que escucharemos en este concierto del ya legendario Cuarteto Emerson, el ejemplo más claro de ello en sus respectivos catálogos. El op. 131 es el último de los cuartetos beethovenianos y reúne todas las características de complejidad y hondura, de mirada hacia adelante y de resumen de lo hecho que caracteriza su etapa postrera como creador. La muerte y la doncella es un compendio de las cualidades de la música de Schubert, de su enraizamiento en la intimidad de quien, además de morir joven, no sería reconocido sino muchos años después.
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